incóMODA

por Victoria Pichel

Tomá mate y avivate

¿Soy yo la única que se escandaliza con los precios exorbitantes de algunas marcas de ropa nacionales? ¿o a los demás también les parece inconcebible que un pantalón cueste 650 pesos?

Con gran estupor veo en revistas (de ésas “para mujeres”) cantidades de marcas que ponen precio a sus prendas como si valieran lo que sus fibras en oro. Y no estoy hablando de Dolce & Gabanna, ni Gucci, ni Armani ni nada que se desfile en pasarelas de París y Milán. No, líneas de ropa creadas por gente del mundillo del showbizz que, de un día para otro, deciden que los flashes y la exposición no van más, y descubren una repentiiiiina pasión por el diseño de ropa que tenían oculta desde su más tierna pubertad. Zácate, le zampan una etiqueta con un nombre –el propio o de fantasía- y te hacen creer que son top. A ver, pensemos un poco. ¿Son telas… importadas? ¿originales de los años 50? ¿naturales de seda hecha por 45 gusanos laboriosos? ¿cosidas por artesanas viejecitas en la cima de un monte en Bután? No. Son las mismas materias primas que usa cualquier otra marca, mucho menos pretenciosa.

¿Qué tan exclusivas pueden ser hoy esas genialidades que nos quieren vender, en la era de la velocidad e hiperdifusión 2.0? ¿O la sola mención de un apellido de famosillo basta para que una campera adquiera características únicas y precio fuera de toda razón? No, rica, no te lo pago ni beoda, ni que tuviese el dinero en la mano.

Desde ya, puedo entender que prefieran status y pocas ventas pero “buenas”,y no ser populares. Definitivamente están muy fuera de mi alcance presupuestario y, por ende, de mi interés. Ver que producciones de moda sugieren una camisa de $543 y un par de sandalias de $730 como si fuera lo más normal y accesible del mundo me indigna. ¡Gente! ¡Open your eyes! Ya sé. Sí, nadie está obligado, que para qué me quejo y todo eso. Sólo quiero decir que el diseño propio no-es-excusa-válida para sobrevalorar productos. ¡Vamos, que pretenden salvar la inversión y los gastos más las ganancias de los próximos tres años, y los tenemos caladitos!

El mundo de la moda, soy conciente, se alimenta de snobismo y exceso de ínnnfulas, pero no perdamos el norte. No nos ahoguemos en un vaso de Agua Evian si no alcanzaremos jamás a comprarnos una pilcha de ésas, sólo para elegidos. Nos estamos haciendo un favor.