incóMODA
por Victoria Pichel
Aniversario y escándalo
Wow, ¿ya un año de Fashion Forward? Entre fotos de street looks y notas de interés se fueron los 365 días. IncóMODA no se queda atrás del festejo y aquí está, en su edición mensual, para buscar una gota de consenso entre tantas palabras. ¿Y qué hay del escándalo? No, nada de fotos comprometedoras ni supuestas infidelidades develadas en la TV. El mío es simple: ¡qué caro pagamos la ropa actual! Algunos dirán que hay que saber buscar y recorrer locales, o que simplemente es lo que vale, pero desmenucemos un poquitín la situación.
Las marcas de trayectoria, conocidas, se pagan, eso lo sabemos. Y si el producto es bueno, duradero, de buena confección y materiales, pagamos el valor que diga la etiqueta sin chistar ni torcer los labios. No, regatear no está contemplado, muchachas, que no están comprando en Marruecos. Pero si entramos a un local de marca y trayectoria que nos ofrece una remera básica, sin estampa, sin dobladillo, de una tela casi transparente, cosida y cortada a las apuradas para producir más por menos, a un precio que supera los 100 pesos, mi respuesta es no positiva (perdón, señor vicepresidente). Yo puedo obsesionarme con una prenda pero si el precio no se condice con lo que realmente valdría, dentro de lo lógico, se define la jugada y me voy sin golear.
Piensen cuántas veces se llevaron un triangulito de modal en una bolsa re paqueta por el cual pagaron el equivalente a cuatro triangulitos de seda. ¿Están dispuestas a seguir comprando así?
Y ahora ni siquiera es exclusivo de marcas reconocidas. Aquellos locales que venden ropa de menor calidad, de origen nacional, coreano o chino, se han subido al trencito de la moda, y cobran precios exorbitantes por ropas cualunques con pretensiones de estrella. Una regla de tres simple directa los deja en evidencia. Ha habido una notoria baja de calidad en las materias primas y las confecciones, tanto de ropa como de calzado. Marcas que, históricamente, vendieron buena indumentaria, hoy, para ajustarse a la situación, han optado por ofrecer prendas casi de segunda selección.
Cierto es que todos tienen que vivir y la inflación hace estragos en todos los ámbitos, también en la moda, pero compremos con criterio. Digámosle NO al triangulito de tela.
¡Feliz primer año a Fashion Forward, a las restantes integrantes del staff y a los lectores!
Hasta el mes que viene.
7 comentarios :
yo digo no a pagar por la marca, salvo que me puedan demostrar impecable calidad y confección
pero soy de poco consumir, el mercado conmigo se muere de hambre
Me parece que hoy en día las marcas se le fue la mano con los precios! Pienso que ni siquiera vale la pena pagar 400 pesos por un jean por más lindo que lo veas; ellos te lo ponen en un lindo local, con música de onda y en una bolsita con diseño pero, te aseguro que ese mismo jean pero sin etiqueta se consigue en muchos otros lados por menos de la mitad!
Las marcas se aprovechan de mujeres desesperadas que creen que por comprar en un shopping todo es mejor y tiene más prestigio. Gracias a ellas la ropa aumenta y lo va a seguir haciendo!
Clap clap!
Hoy las marcas se han alejado mucho con precio calidad. Comprar como bien decís, una remera mal cofeccionada que cuando la planchás está torcida y la pagaste 150 pe xq es la última moda no va más. Tenemos que empezar a dejar de hacer eso para que las marcas empiecen a valorarnos.
Es una pena.
Y feliz aniversario! ♥
Coincido 100%
En el caso de los jeans, yo sí encontré una marca que no puedo dejar, son caros pero la confección, la calidad y el calce lo valen. Los uso desde el 2006 y jamás gasté uno al punto de romperlo, y eso que ando en jeans todo el día. Eso, más algún saco o prenda del estilo, estoy dispuesta a pagar un poco más, sabiendo que con la etiquetita top de cartón viene una buena prenda.
Pero el resto, absolutamente NO. Remeras, sweaters, calzas y demás, me niego a pagarlas el triple sólo por la bolsa y la etiqueta.
Feliz aniversario FF!
¡¡Felíz Aniversario Vic!! :)
Y hagamos la revolución con las marcas! siiii!
¡Al fin alguien expresa el sentir popular!
Desgraciadamente la inflación se trasladó a todo. Y si no tenés tarjeta de crédito y/o un sueldo de gerencia, es imposible seguirle el tren a estos precios. Tras que la calidad, como decís, empeoró. No puedo encontrar nada que realmente valga la plata que la etiqueta propone que pague.
Estoy contenta porque el otro día conseguí unas botas preciosas, comodísimas y de cuero, a $360, versus los $700 del local de al lado. Celebremos que todavía se puede, chicas.
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